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En el mundo del triatlón, los métodos de entrenamiento son fundamentales para mejorar el rendimiento. Dos de los enfoques más discutidos son el entrenamiento polarizado y el entrenamiento piramidal. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, y elegir el correcto puede tener un impacto significativo en tu desempeño.
El entrenamiento polarizado se basa en la idea de que los atletas deben pasar la mayor parte de su tiempo entrenando en dos zonas extremas de esfuerzo: zonas de baja intensidad y muy alta intensidad. La teoría detrás de esto es que el entrenamiento en la zona moderada no aporta mejoras significativas y puede llevar a la fatiga o al estancamiento.
Estudios como el de Buchheit y Laursen (2013) han demostrado que este enfoque puede ser más efectivo para los atletas de resistencia, ya que permite maximizar el tiempo en la zona de alta intensidad sin caer en el agotamiento.
Esto se traduce en largas sesiones de entrenamiento en las que el objetivo es mantener un ritmo relajado la mayor parte del tiempo, intercalando sprints cortos o intervalos intensos que elevan significativamente la frecuencia cardíaca.
El entrenamiento piramidal, por otro lado, incorpora una distribución más equilibrada de las intensidades. En este método, el atleta comienza con una base de entrenamiento de baja intensidad y va aumentando progresivamente hacia intensidades moderadas, y eventualmente, intensidades altas. La pirámide se forma con más tiempo dedicado a los niveles más bajos y niveles intermedios, y menos tiempo en los picos más altos.
Este enfoque permite al atleta trabajar en mejoras en un rango más amplio de intensidades, lo que puede ser beneficioso para el desarrollo de la resistencia y la capacidad aeróbica.
Ahora que hemos examinado ambos métodos, surge la pregunta: ¿cuál es el mejor? La respuesta puede variar según el atleta y sus objetivos específicos. Sin embargo, aquí hay algunos puntos clave de comparación:
El entrenamiento polarizado ha mostrado una mayor eficacia en la mejora del rendimiento de los atletas de élite, mientras que el entrenamiento piramidal puede ser más accesible y menos desgastante para los triatletas aficionados.
Con el entrenamiento polarizado, los atletas a menudo pueden permitir una mayor recuperación debido a que gran parte de su tiempo de entrenamiento se realiza a intensidades bajas. Esto reduce el riesgo de sobreentrenamiento. El entrenamiento piramidal, aunque puede ser efectivo, a veces lleva a una acumulación de fatiga debido a la cantidad de tiempo en zonas moderadas.
El enfoque piramidal permite una mayor personalización en el entrenamiento, lo que puede ser favorable para aquellos que tienen menos experiencia o desean un enfoque más variado.
No importa el enfoque que elijas, es crucial seguir algunos consejos para garantizar que tu entrenamiento sea sostenible y efectivo:
Ambos métodos de entrenamiento, polarizado y piramidal, ofrecen ventajas y desventajas únicas. La elección depende en gran medida de tus objetivos individuales, tu nivel de experiencia y cómo responde tu cuerpo al entrenamiento. Ya sea que elijas entornos extremos de intensidad o una aproximación más metódica, lo más importante es que disfrutes del proceso y trabajes hacia tus metas de manera sostenible.
Si deseas profundizar más en un plan de entrenamiento específico, te recomendamos revisar nuestro artículo: Plan de entrenamiento CCC de 24 semanas para triatletas y corredores.
El entrenamiento polarizado se basa en entrenar principalmente en bajas y altas intensidades, evitando zonas moderadas para mejorar rendimiento.
El entrenamiento piramidal combina entrenamientos de baja, moderada y alta intensidad en una distribución equilibrada.
El mejor método depende de los objetivos individuales y la experiencia del atleta; ambos pueden ser efectivos en diferentes contextos.
Permite una mayor recuperación y se ha mostrado eficaz para mejorar el rendimiento en atletas de élite.
Puede serlo, pues permite equilibrar distintos rangos de intensidad, lo que podría ser más accesible para principiantes.
Puedes combinar entrenamientos polarizados y piramidales a lo largo de tu ciclo de entrenamiento, ajustando la intensidad y volumen según tu progreso.